¿Por qué aparecen las estrías?
Las estrías pueden aparecer cuando hay un rápido estiramiento de la piel y, a menudo, se las asocia con el agrandamiento del abdomen durante el embarazo. Se puede dar también en niños y niñas que han subido de peso muy rápidamente o bien durante la pubertad, momento en el que la velocidad de crecimiento se dispara.
Aparecen cuando el tejido cede o aumenta en exceso (por ejemplo, en cambios bruscos de peso, embarazo y cambios hormonales). Hay que destacar, además, el factor genético que existe en esta afección. Dos personas con el mismo aumento de peso en el embarazo no rompen la piel por igual, ya que hay pieles más elásticas que se acostumbran a los cambios sin romperse.
¿Se pueden eliminar todos los tipos de estrías?
Las estrías aparecen en forma de líneas paralelas de piel rojizas, brillantes y delgadas que con el tiempo se tornan blanquecinas y con apariencia de cicatriz. Pueden ser ligeramente profundas y presentar una textura diferente de la piel normal. Y es que la rotura de las fibras de la piel origina finas cicatrices blancas o rojas que se vuelven aún más antiestéticas en verano, con el sol.
Las estrías experimentan dos fases diferenciadas:
- Rojas: Son las de reciente aparición. Tienen un tono rojizo, brillante, están sobreelevadas, como inflamadas, y llegan acompañadas en ocasiones de hematomas y dilatación de los vasos sanguíneos. El color rojizo en la piel significa que aún hay riego sanguíneo, y según va disminuyendo ese riego, la tonalidad también disminuye. Las rojas tienen mejor pronóstico. En este caso es posible reducir la lesión hasta casi hacerla desaparecer.
- Blancas: Si no se tratan a tiempo, las rojas acaban volviéndose cicatrices blancas. La falta de riego sanguíneo y la disminución de la elasticidad y el colágeno hacen que la piel se deteriore; se muestran, además, como hundidas (a diferencia de las rojas, con relieve). Son las más difíciles de tratar, no se pueden eliminar por completo, pero sí atenuar.